El consumo regular de algas en cantidades controladas puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, limpiar el sistema digestivo, purificar y alcalinizar la sangre, limpiar el sistema linfático y ayudar a unir y eliminar los metales pesados de nuestro organismo.
Las algas marinas son densas en nutrientes, ya que contienen vitamina A, D, E, B1, B2, vitamina C, fósforo, potasio, hierro, yodo, fibra, sodio y pequeñas cantidades de proteínas vegetales y tienen hasta 10 veces más calcio que la leche.